Si eres amante de la artesanía, estos destinos del mundo proponen pequeños universos de formas, colores e historias fascinantes. ¿Te atreves a conocerlos?
Las personas tienen muchas formas de reconectar con su entorno y proyectar una identidad al mundo, al foráneo, a la historia. De hecho, la artesanía es uno de los reflejos más tangibles del patrimonio de una etnia y una buena forma de entablar nuevos vínculos y lazos sociales a vuestro paso por el mundo. Desde las telas de colores de un mercado de India hasta los alebrijes de Oaxaca, los siguientes lugares del mundo para comprar artesanía invitan a fomentar la economía circular y sumergirse en la memoria de un nuevo destino.
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Peletería en Marruecos
Uno de los países con más herencia artesanal del mundo, algo que podemos apreciar en zocos y bazares (visita obligada cuando vas a este país) donde las especias conviven con las babuchas, el té o las alfombras. Al penetrar en la Medina de ciudades como Fez y te envuelve un aroma pestilente, alguien te regala hierbabuena y te sugiere ir a la terraza para admirar las curtidurías de la ciudad. Por supuesto, hacerse con los productos fabricados con el mejor cuero también forma parte de la experiencia.
Lana de alpaca en Perú
El Mercado de Pisac es conocido por ser el mayor núcleo comercial del Valle Sagrado de los Incas. Un icono donde sus coloridos puestos venden todo tipo de artículos como frutas, verduras, comida peruana -¿quién quiere ceviche?-, pero también mucha artesanía en este lugar: instrumentos musicales, vasijas de cerámica o, especialmente, uno de los productos más codiciados por los viajeros en territorio peruano como son los coloridos tejidos elaborados con lana de alpaca.
Alebrijes en Oaxaca, México
En 1936, el cartonero Pedro Linares enfermó en la Ciudad de México y fruto de la fiebre soñó con criaturas extrañas: gallos con cuernos de toro o leones con cabezas de perro, entre otros. Con el tiempo, estos seres pasarían a llamarse “alebrijes” y se convertirían en singulares esculturas que Linares comenzó a vender en el Mercado de Artesanía de La Merced, en la capital. Años después, los alebrijes pasaron a ser uno de los reclamos artesanales más populares de la siempre artística ciudad de Oaxaca y sus pueblos de alrededor, especialmente San Antonio Arrazola y San Martín Tilcajete.
Máscaras de Sri Lanka
Si paseas por alguno de los pueblecitos de la costa sur de la antigua Ceilán descubrirás colgada una de las curiosidades más llamativas de esta zona: una máscara en forma de demonio y de vivos colores. La artesanía de este lugar está muy ligada al folclore de la isla, donde las máscaras representan a los demonios atrapados en los cuerpos enfermos, liberados posteriormente por los curanderos a través de sus rituales. Estos objetos son tallados a partir de madera del árbol kaduru y el último taller que los produce lo encontramos en el pueblo de Ambalangoda, al suroeste de Sri Lanka.
Calzado en India
Hablar de India y artesanía implica hacerlo de una variedad casi infinita de artículos: desde los saris de colores de Varanasi hasta los chales de cachemira del norte del país pasando, en este caso, por su calzado. A lo largo y ancho del país (para viajar al cual tenemos algunos consejos que darte) encontraréis diferentes propuestas para vestir vuestros pies en sus bazares y mercados: ahí tenemos los jutis del Punjab, similares a las babuchas; las sandalias de piel de camello tan típìcas de ciudades del Rajastán como Jaipur, o las sandalias de cuero de India del Sur.
Tejidos kente de Ghana
La artesanía africana se caracteriza por sus coloridas y fascinantes formas, con ejemplos repartidos por todo el continente. Sin embargo, de la artesanía de este destino nos quedamos con el tejido kente o “nwentom”, un tipo de seda compuesto de varias franjas de colores elaboradas en un telar. Este tipo de tejido es propio de la comunidad ashanti de Ghana, aunque también lo encontramos en otros países de África Occidental como Costa de Marfil o Senegal. Además, cada uno de los colores del tejido cuenta con un simbolismo (el negro es la maduración y el azul evoca la paz, por ejemplo) por lo que puedes elegir cada pieza en función de tu momento vital.
Escrito por: Alberto Piernas
