Nuestro exótico vecino magrebí reserva más de una sorpresa a través de sus dunas, valles y bazares. Si estás pensando en realizar el viaje a Marruecos, te contamos qué hacer en Marruecos, las mejores actividades para hacer y experiencias que no te puedes perder.
Marruecos es como un cálido hogar al que volver siempre. No sé si el motivo se debe a los colores y la luz de sus ciudades, esa gastronomía que a veces reconocemos en la nuestra propia, o la amabilidad local que aguarda siempre al final de las callejuelas. Pero ante todo, es el país al que viajar de forma segura, (no te preocupes por eso) cuando buscamos volver a sorprendernos sin necesidad de tomar un vuelo hasta el otro lado del mundo. En mitad del desierto las jaimas ya están listas, las tablas de surf han sido vistas al sur de la costa y alguien lee el futuro en la palma de tu mano en el corazón de una plaza, entre otras muchas actividades imprescindibles en Marruecos.
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¿Qué hacer y no te puedes perder en Marruecos?
A continuación, te dejamos una serie de planes y actividades que tienes que hacer en tu viaje a Marruecos.
Asomarte a la Curtiduría Chouwara, en Fez
Mientras paseas por la Medina de Fez, un aroma pestilente te envuelve e incluso te hace retroceder. Pero tranquilo, el hedor de las pieles no es el más agradable, pero bien merece la pena asomarse a la curtiduría Chouwara, la más fastuosa de las cuatro que encontramos en la ciudad imperial. Solo tienes que subir por las escaleras colindantes y hacerte con una ramita de hierbabuena (y acercarla a la nariz para soportar el olor) antes de asomarte a esa gran acuarela urbana donde hombres solitarios remueven enormes cubas de cal, excrementos de pichón y orines de vaca que ayudan a eliminar las impurezas de la piel.
Perderte en la plaza de Yamaa el Fna
Considerada como una de las plazas más grandes del mundo, Yamaa el Fna es el corazón de la ciudad de Marrakech y el lugar perfecto donde sucumbir a todo el exotismo que soñamos. Como viajar por un mismo país sin llegar a salir de un mismo espacio, en este Patrimonio de la Unesco encontramos desde encantadores de serpientes hasta puestos de bastela y baklava, pasando por adivinas que leerán tu mano, barreños de caracoles e incluso dentistas que exponen las últimas piezas de sus pacientes.
El mejor surf en la costa de Taghazout
Aunque no es la primera experiencia que se nos viene a la mente al pensar en Marruecos, el surf es una actividad muy presente en su costa, especialmente en el tramo sur y ciudades como Essaouira y Agadir. Sin embargo, el secreto mejor guardado de los surfistas es el pueblo de pescadores de Taghazout donde, especialmente entre septiembre y abril, podrás disfrutar de olas que alcanzan hasta los 2 metros de altura. En zonas como Anchor Point, a 20 km de Taghazout, podrás disfrutar de los swells más épicos. Una de las experiencias que tienes que probar una vez en tu ida.
Dormir bajo una jaima
El que es uno de los grandes tópicos de un viaje a Marruecos nunca dejó de ser un imprescindible. Especialmente en la zona de Merzouga, los nómadas bereberes te estarán esperando junto a un camello para surcar las dunas del Sáhara y fundirte con el atardecer antes de llegar al campamento. Bajo un cielo estrellado, la vida renace en una jaima donde podrás danzar en torno a una hoguera, disfrutar del relax de una piscina o degustar una rica sopa de harina, uno de los manjares típicos en la comunidad bereber. Una de las cosas que hacer en Marruecos sin dudarlo. Se trata de una actividad muy aconsejable.
Trekking al monte Toubkal
En Horizonte Paralelo nos encantan los retos, y uno de nuestros favoritos engloba una ruta o Trekking Monte Toubqal en Marruecos de cinco días para realizar uno de los ascensos más épicos del norte de África. Hazte con tus mejores zapatillas, prepara lo básico y déjate llevar por el ritmo pausado que marca la brisa, la tranquilidad de pueblos remotos y las nubes que prometen la llegada hasta la cima del monte Toubkal y sus 4.167 metros de altura. Para cuando desciendas, ya nada volverá a ser lo mismo.
Sumergirse en los rituales gastronómicos de Marruecos
La comida marroquí es una de las más variadas y deliciosas del mundo: bien de frutos secos, verduras y carne de pollo, especias, miel y un sinfín de ingredientes que componen una carta para los sentidos. Desde la paradita obligada en mitad de una ciudad para saborear un rico té moruno hasta el icónico tagine, el cous-cous o la pastela – típica torta a base de carne de pichón, almendras y canela -, Este lugar se descubre pero, ante todo, se saborea.
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