Guía de Italia

Qué comer en Nápoles: un viaje por la cocina tradicional napolitana

Nápoles, la vibrante ciudad del sur de Italia, no solo es cuna de historia, arte y música, si no también de una de las gastronomías más auténticas y sabrosas del Mediterráneo. Si te estás preguntando qué comer en Napolés, te traemos los 7 platos más icónicos de una de las mejores gastronomía locales del mundo.

En sus callejones empedrados, hornos de leña y trattorias familiares, se esconde una cultura culinaria que ha conquistado el mundo. Te invitamos a saborear los platos más tradicionales de Nápoles, donde cada bocado es una historia.

Si vas a probar la comida típica de Nápoles, hay platos que no pueden faltar y faltar de pasar por tu estómago. Son recetas sencillas, con ingredientes locales y preparaciones que forman parte del día a día. 
Estos platos tradicionales napolitanos se comen en casa, en la calle o en cualquier trattoria del barrio. Aquí tienes los más representativos para saber por dónde empezar y disfrutar de la gastronomía de Nápoles.

La pizza nació aquí. La verdadera pizza napoletana, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, es una obra de arte simple: masa aireada, bordes altos, tomate San Marzano, mozzarella di bufala y un toque de albahaca fresca. Y punto. Las variedades clásicas son la Margherita y la Marinara, cocidas en horno de leña a más de 400 °C.

pizza napolitana

Este guiso de carne y tomate cocido a fuego lento durante horas es un plato dominical por excelencia. A diferencia del ragù del norte, aquí se sirve con trozos grandes de carne y una salsa espesa y poderosa. Tradicionalmente, se acompaña con pasta corta como ziti o paccheri.

Un clásico sureño. Capas de berenjena frita, salsa de tomate casera, queso parmesano y mozzarella gratinada al horno. Aunque se encuentra en otras regiones, en Nápoles adquiere un carácter casero y reconfortante.

Un favorito de la comida callejera. Se trata de una pequeña croqueta hecha con pasta (normalmente, bucatini), bechamel, guisantes, jamón y queso, empanada y frita hasta quedar dorada y crujiente. Una bomba de sabor que suele acompañar a la pizza como antipasto.

frittatina de pasta

Un antipasto fresco y muy mediterráneo. Las anchoas se marinan en limón, ajo y perejil, y se sirven con pan crujiente. Perfectas para abrir el apetito, con un vaso de vino blanco local.

Un bizcocho esponjoso empapado en ron, que llegó de Polonia pero se volvió napolitano por adopción. El babà es omnipresente en las vitrinas de las pastelerías y se come con cuchara, ¡mojado y generoso!

Comer en Nápoles no es solo alimentarse. Es un acto social, emocional y hasta espiritual. Ya sea una pizza devorada en la calle o una cena familiar con varios platos, la comida aquí es sinónimo de identidad. Y siempre, siempre viene acompañada de pasión.

¿Te animas a recorrer Nápoles a través de sus sabores? Cuéntanos cuál de estos platos te gustaría probar primero o si ya has tenido la suerte de perderte entre sus delicias.

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